Una mágica cumbre de una montaña cargada de misterio que podría haber salido de los paisajes de la Tierra Media en 'El señor de los anillos' de Tolkien. Pero es real. Es la imagen con la que el telescopio espacial Hubble celebra sus 20 primaveras en órbita alrededor de la Tierra, un caos de polvo y gas de tres años luz de largo, que engullen las luces de las estrellas cercanas. Otros astros atacan el monte desde dentro. Nacen en grandes explosiones que manan por sus imponentes cumbres.
Este magestuoso monte se encuentra en una 'maternidad' estelar, la nebulosa de Carina, a 7.500 años luz de la Tierra en la sureña constelación del mismo nombre.
La cámara 3 de gran angular que porta el Hubble captó la espectacular imagen los dos primeros días de febrero. Los colores corresponden a fluídos de oxígeno, el azul, de hidrógeno y nitrógeno, el verde, y de sulfuro, el carmesí.
La abrasadora radiación y los fuertes vientos cargados de partículas que generan las extremadamente cálidas estrellas que nacen dentro de la nebulosa dan forma y comprimen el pilar, y favorecen al tiempo la formación de nuevas estrellas en su interior. Iluminadas por la luz astral, de la 'Montaña' se escapan corrientes de gas ionizado y tenues velos de gas y polvo. La radiación erosiona su ladera y la mantiene compacta y virtualmente sólida.
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